De yuyos cordobeses y otras yerbas

Te contamos sobre los yuyos cordobeses que crecen en pleno monte para regalarnos sus aromas y sabores. Tenemos una variedad enorme.

Por BIANCA RUGGIA

No me vengas con que el mate te gusta amargo y sin ningún yuyo. En Córdoba lo tomamos con lo que venga y lo que haiga. En estas tierras, por nuestra tonada y las magias de nuestra forma de hablar el idioma cordobés, a los yuyos les decimos “iuios”. Y el mate solo es mate si le agregamos un bushito o una peperina. Sin embargo, esos son los más usados, pero no los únicos: son una banda los iuios que utilizamos a la hora de preparar un buen mate.

Sobre todo, aprovechamos los que se encuentran en el monte cordobés, ya que nos ahorramos el viaje y el gasto de la dietética. Y encima, usándolos, consumimos productos frescos de nuestra tierra cordobesa. Algunas de las hierbas que tenemos siempre a mano y son más conocidas son la peperina, la jarilla, la menta o hierbabuena, entre otras. Sin embargo, nosotros no solo consumimos las más conocidas.

En el interior de la provincia se conocen muchas más. Es el caso de la localidad de San Esteban, en el Paraje Dolores. Se trata de la Comunidad Rural Arabela que se encuentra en el Pueblo Nación Comechingón, de la cual el grupo Cuentos en Boca extrajo muchas tradiciones. Entre ellas, cuáles son los yuyitos del monte que no pueden faltar en la casa de un cordobés de esta zona.

Tradición ancestral

Esta tradición de tener a mano siempre una hierba para alguna que otra infusión, o incluso para agregarle al mate, es ancestral. Ya el pueblo Comechingón hace miles de años, conservaba hierbas y las recolectaba para fines culinarios o medicinales. Con los tiempos de la colonia, esta costumbre se fue transformando. Sin embargo, la utilización de hierbas como medicina, o simplemente por gusto, sigue estando vigente. En este apartado nombramos algunas hierbas que no cuentan con tanta fama como otras, pero que se utilizan con mucha frecuencia en el interior cordobés.

Diente de León

La plantita de flor amarilla, que cuenta con muchos estadíos hasta convertirse en “plumerito”, también se puede comer. Se puede usar en ensaladas o infusiones. Para la ensalada se consume la flor. Para la infusión se hace uso de la raíz, que dicen que es buena para cuestiones hepáticas y para la purificación de la sangre.

Suico

En la zona andina de Latinoamérica se la conoce como huacatai. Acá en Córdoba es el suico, el iuiito con propiedades medicinales y sabor fuertazo. Su sabor es invasivo, por eso se recomienda no colocar mucho en las infusiones o en el mate. Es usado especialmente para la gastritis y las irregularidades estomacales.

Palo Azul

Lleva este nombre porque el líquido que se forma luego de cocinarlo tiene un tinte azulado. Está indicado contra el reumatismo, artritis, lumbago, ciática y gota. Funciona como preventiva de irregularidades óseas, también para los cólicos renales y hepáticos. Combinado con hierba de carmelitas funciona como un excelente antiinflamatorio que alivia la tensión muscular.

Estas hierbas son sobre todo utilizadas para el yerbiado o el mate. También como medicina y a modo de infusión o saumo en las comunidades que conservan tradiciones originarias. En la ciudad de Córdoba existen campañas de concientización sobre la importancia de cuidar las plantas nativas. Además, de campañas de difusión sobre los beneficios de tener plantas autóctonas en casa. Hoy existe más conciencia sobre la soberanía alimentaria, que implica también políticas de cuidado ambiental. El uso, cultivo y cuidado de estas aromáticas en nuestras propias casas puede tener muchos beneficios. No solo por facilitar su consumo, sino también con respecto al control de plagas y al cuidado de otras plantas.

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