Muchas de estas especies han sido utilizadas por los pueblos originarios para tratar enfermedades…
El continente americano alberga una parte muy importante de la diversidad biológica del mundo. Se estima que de las más de las 200.000 especies que existen en el planeta, por lo menos el 5% son autóctonas o se encuentran naturalizadas en Argentina.
Debido a su variedad de zonas climáticas, el país sudamericano presenta una notable riqueza florística y por tanto- un enorme despliegue de especies vegetales medicinales.
Muchas de estas especies han sido utilizadas por los pueblos originarios para tratar enfermedades, sin embargo, en la actualidad sólo un pequeño porcentaje ha sido corroborado por las ciencias químicas, la farmacología, la investigación clínica y la toxicología.
En 1978, la Organización Mundial de la Salud (OMS) exhortó a los gobiernos a reconocer y validar las prácticas tradicionales incluidas en la cultura popular de los diferentes países, con la finalidad de que pudieran ser incluidas en la práctica clínica.
Existe una amplia tradición de uso de estas especies por parte de la población, sin embargo, pocos conocen la gran cantidad de plantas que pueden usarse para tratar las distintas afecciones.
Algunas de las plantas medicinales argentinas más destacadas son:
- Abrojo grande
- Achiote
- Aguapey
- Aguaribay
- Alfilerillo
- Algarrobo blanco
- Amaranto
- Ambay
- Amorseco
- Anacahuita
- Atamisque
- Azota caballos
- Bailahuén
- Balda
- Bandera española
- Burrito
- Cabotoril
- Cadillo
- Calafate
- Canchalagua
- Canelo
- Capuchina
- Cardo amarillo
- Carqueja
- Y otras.
Como notarás, en este listado ordenado alfabéticamente, solo llegamos hasta la letra “C”, en realidad la lista es mucho más extensa.
Tomando esta selección, a continuación nombraremos las propiedades de algunas de estas plantas típicas de Argentina y sus usos más populares:
Amaranto: sobre un valor proteico ideal de 100, el amaranto posee 75, según datos aportados por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura) y la OMS (Organización Mundial de la Salud).
Otro beneficio importante es que no contiene gluten así que es el cereal recomendado para los celiacos y diabéticos. Al no contener gluten y ser rico en proteínas, vitaminas y minerales, es recomendado para el crecimiento, por lo que está siendo difundido en hospitales y en hogares para niños débiles, desnutridos o anémicos.
Burrito: Es una planta aromática, de sabor y aroma agradables, con notas de menta y suave reminiscencias de brotes de apio, consumida habitualmente en forma de infusión y también para saborizar el mate.
Esta planta se encuentra muy arraigada en el uso popular, puede hallarse tanto en forma silvestre como domesticada en casas y jardines y se adapta fácilmente a los cambios de suelo.
En medicina popular, la infusión de las hojas y flores, se utiliza contra dolores de estómago, trastornos hepáticos, digestiones lentas, empachos, acidez, náuseas y vómitos.
Calafate: sus frutos son comestibles y se lo considera un símbolo de la Patagonia argentina, incluso hay una ciudad que lleva su nombre.
Su fruto, llamado también calafate, es una baya de color azul negruzco, que se recolecta en el verano para consumirlo fresco y así elaborar mermeladas, helados y jaleas. Una versión del mito selknam y tehuelche de Calafate cuenta que quien saborea un fruto de esta planta siempre seguro vuelve a la Patagonia.
Posee “berberina”, universalmente presente en los rizomas del género Berberis, con acentuado efecto antibacterial. Se lo usa oralmente para tratar varias infecciones entéricas, especialmente disentería bacteriana. La berberina muestra actividad antitumoral.
Canelo: al igual que la especie anterior, se puede encontrar principalmente en la zona más austral del país. Su corteza es rica en “taninos”, que repelen a los insectos consumidores de madera. Esta es de color rojizo y cuenta con hermosos grabados. Se usa en mueblería e instrumentos musicales. No es durable al exterior porque la lluvia continua la daña.
En el ámbito de la salud, las propiedades más destacadas del canelo se pueden atribuir principalmente al aceite esencial, aunque también el tanino y la Vitamina C tienen efectos cicatrizantes y desinfectantes. Estos efectos hacen del canelo una valiosa ayuda en la curación de todo tipo de heridas.
Capuchina: toda la planta es comestible y de hecho en algunos países de Latinoamérica se consume toda la planta cual si fuera ensalada. Los frutos también se pueden preparar y consumir como aperitivos. Las flores también se pueden usar para diversos platillos, aunque por lo general se usan para decorarlos.
Popularmente se dice que la planta sirve para prevenir la caída del cabello. De hecho se suele recomendar el uso de esta planta junto con orégano. Se puede consumir en forma de infusión, de jugo o se puede hacer un shampoo para tratar la calvicie.
Además es recomendable tener esta planta en el huerto o jardín ya que tiene la virtud de repeler a las plagas.
Carqueja: los pueblos indígenas de las selvas tropicales utilizaron la Carqueja durante siglos como diurético y para curar enfermedades digestivas y hepáticas.
Si se toma en forma de infusión -1O gramos de planta en un litro de agua- es muy indicada en caso de indigestiones, mientras que externamente, un cocimiento de 20 gramos en un litro de agua se usa para lavar heridas y úlceras.
Del mismo modo es muy útil en todo lo que se refiere a enfermedades del hígado, si se bebe con continuidad una decocción de 20 gramos de la planta por litro de agua. También es muy buena para eliminar el exceso de ácido úrico del organismo, como depurativo de la sangre, en el tratamiento de la artritis, la gota, el acné y otras heridas y afecciones de la piel.
Asimismo con el uso continuado de carqueja desaparecen las manchas de la cara producidas por las enfermedades hepáticas.
Revalorizar estas hierbas autóctonas, nos ayuda también a conectarnos con los conocimientos ancestrales, con nuestras raíces y con nuestro pasado.